3. Buenas prácticas en el uso de electrodomésticos
Teniendo en cuenta que estos aparatos son esenciales para llevar a cabo la actividad de un bar, un restaurante u otro tipo de negocio de hostelería, se deben implementar buenas prácticas. Tanto el propietario como los trabajadores deben tomar conciencia.
Por ejemplo, con el lavavajillas, se puede que programar la temperatura exactamente a 90 °C, que es la obligatoria por la normativa sanitaria. Los lavados cortos de 45 °C requieren un consumo energético considerablemente mayor. Por otro lado, ponerlo a funcionar solo si está lleno y no para unos pocos utensilios reducirá las veces que lo utilizas y, por tanto, el consumo de electricidad.
Del mismo modo, cerrar los sistemas de refrigeración cuando no se vaya a coger algo de ellos. Dejar la puerta abierta del frigorífico innecesariamente es un error que muchos cometen.
4 - Limpieza y mantenimiento de los diferentes aparatos
Tanto de los electrodomésticos para la cocina como los sistemas de agua, climatización o calefacción. Una parte necesaria para su buen rendimiento es que los filtros y componentes de estos se encuentren en buen estado.
Limpiarlos con regularidad y realizar revisiones periódicas evitará daños mayores de funcionamiento, además de problemas de salud.
5 - Uso de iluminación más eficiente y tecnología inteligente
Otra de las propuestas más útiles es el reemplazo de la iluminación convencional por una más eficiente. Las luces led, por ejemplo, gastan hasta un 88 % menos de electricidad. Los puntos de mayor impacto, en este sentido, son las lámparas de la barra y la cocina, que suelen estar encendidas todo el día.
Además, la iluminación inteligente, como pueden ser las bombillas, lámparas o enchufes, ayudan con el control del gasto energético, pudiendo regularlo, e incluso programar el encendido y apagado de los aparatos.
Para un menor consumo de energía, en este caso del gas, también se pueden utilizar aparatos de domótica, como son los termostatos inteligentes.
6 - Aprovecha la luz natural
Uno de los trucos más sencillos para reducir el consumo de electricidad es el de utilizar la luz natural del sol que entra por las ventanas. Si bien es cierto que por la noche esto no es posible, aprovechar las horas de mayor luminosidad es importante.
7 - Optimiza la distribución de los dispositivos
En los negocios de hostelería se utilizan electrodomésticos para diferentes funciones, que en ocasiones son muy contrarias. Por ejemplo, puedes tener el frigorífico para mantener fríos los alimentos, pero también un horno para cocinarlos y calentarlos. De esta manera, colocar estos aparatos contrarios uno al lado de otro, va a hacerles trabajar de más y, por tanto, consumir más electricidad.
El uso de campanas extractoras en la cocina permite la absorción de vapores y es fundamental para que no se condensen. De esta forma, el aire acondicionado podrá funcionar sin impedimentos.
8 - Aprovecha las energías renovables
Relacionado con el aprovechamiento de la luz del sol, las luces con panel fotovoltaico para el exterior son una buena solución. Cuentan con una elevada potencia y no consumen electricidad.
Por otro lado, el uso de paneles solares para un mayor aprovechamiento de esta fuente de energía renovable también hará reducir el precio en tu factura eléctrica. Si quieres instalar paneles solares en tu negocio, desde Repsol te ofrecemos la solución de Solar360 para empresas.
9 - Haz partícipe a todo el personal
Si eres el propietario de un negocio en el que hay más trabajadores, no seas tú el único que tome conciencia y medidas:
- Crea políticas de empresa.
- Señaliza con carteles para recordar las buenas prácticas
- Da a tus trabajadores una formación al respecto y escucha sus ideas.
10 - Monitorea y ajusta
Una vez hayas tomado medidas, revisa tus facturas, realiza una monitorización del consumo para detectar si hay algo que no está funcionando y qué es lo que se puede seguir mejorando.