Cuando tienes un negocio, todos los gastos se tienen en cuenta para conocer si tu empresa es o no rentable. En el caso de las fábricas, el gasto de luz es uno de los costes operativos que se deben tener muy en cuenta. Según la última Encuesta de Consumos Energéticos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto energético de la industria extractiva y manufacturera alcanzó los 24.655 millones de euros en 2022, con un incremento del 73% respecto al año anterior.
El uso de maquinaria pesada, actividad que realiza y las tarifas contratadas harán variar considerablemente la cantidad de dinero que paga una industria por la electricidad utilizada para la producción. Por este motivo, en este artículo analizamos en detalle cuánto paga de luz una fábrica, los elementos que más influyen en su consumo energético y cómo puedes optimizarlo para reducir gastos.
¿De qué depende el consumo de luz de una fábrica?
La demanda de electricidad de una fábrica no es una cifra fija. Sin embargo, podemos destacar que la electricidad representa aproximadamente el 58,1 % del consumo energético total del sector industrial en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), consolidándose como el principal producto energético utilizado por el sector industrial. Este informe también indica que son diversos los factores que hacen variar el consumo, dependiendo principalmente del tamaño del negocio y el sector al que se dedican:
- Tipo de actividad: no es lo mismo una del sector es el textil que, por ejemplo, una metalúrgica. Cada sector tiene sus propias necesidades energéticas, por lo que se hace complicado dar una cifra general.
- Tamaño de la fábrica: a mayor superficie, mayor necesidad de iluminación, climatización, personal y maquinaria.
- Potencia contratada: la tarifa eléctrica depende de la potencia requerida para operar. Como norma general, las industrias necesitan tarifas superiores a 15 kW, como las 3.0TD.
- Maquinaria utilizada: para la producción, es necesaria maquinaria pesada o industrial, que, aunque esté especialmente diseñada para realizar esas funciones, durante horas, conlleva un elevado consumo energético. En este momento, es importante contar con equipos modernos más eficientes, ya que los modelos obsoletos consumen mucho más.
- Horarios de producción: el hecho de que tu fábrica opere las 24 horas del día o durante unas horas, teniendo horario de cierre, tendrá un impacto directo en el gasto de la luz y, por tanto, en la factura. El precio del kWh puede variar según la hora del día y el mes del año. Esto hace que el momento en que se realice el consumo también sea un factor clave.
- Ubicación geográfica y época del año: el clima de la zona y la estación del año puede marcar una diferencia en la necesidad de calefacción o refrigeración de la nave.
Conocer estos elementos te permitirá identificar áreas de mejora y optimización en el consumo energético de tu fábrica. Considera las ventajas del certificado de ahorro energético para mejorar la eficiencia de tu fábrica.