Las averías en el vehículo son uno de los factores que más preocupan a los conductores, en eso estamos de acuerdo. Pero ¿sabrías actuar de manera adecuada cuando una se produce? Y, lo que es más importante, ¿prevenirla? En esta ocasión, queremos centrarnos en una de las más complicadas, por lo que te daremos un truco para arrancar el coche sin batería.
Esta circunstancia es problemática en sí misma, pero también puede acarrearte sanciones económicas si te quedas detenido en mitad de la calzada. La multa puede ascender hasta los 200 euros, de acuerdo con la DGT. El motivo es que se produciría una obstrucción de la circulación, además de que, la persona propietaria, es responsable de mantener el coche en buen estado.
Guía paso a paso para arrancar un coche sin batería
La mejor opción, tanto en términos de comodidad como de eficacia, es cargarla. Para ello, es indispensable que lleves en el maletero unas pinzas de arranque. Son cables que vinculan tus bornes con los de otro automóvil a través de sus extremos (denominados polos). Funcionan dando el impulso inicial con el fin de que tu propio motor alcance la temperatura necesaria para ponerse en marcha.
Estos son los pasos que debes llevar a cabo, para lo que necesitarás otro coche que se detenga en un lugar seguro y próximo al tuyo:
- Mantén la radio, la pantalla y el aire acondicionado apagados.
- Coge un cable y conecta sus extremos a los polos negativos de tu automóvil y a los del otro (el que tiene carga).
- Repite el mismo proceso, pero con el otro cable y los polos positivos de ambos.
- Pon en marcha el vehículo que tiene carga (es fundamental que empieces por este).
- Déjalo al ralentí durante unos minutos para que el motor se caliente.
- Prueba a iniciar la marcha tu automóvil y revisa que las luces se enciendan de manera correcta.
De ser así, significa que la batería recibió el impulso que necesitaba. Pero, antes de reanudar la marcha, apaga tu vehículo y enciéndelo otra vez para corroborar que funciona bien. Recuerda, en cualquier caso, dejarlo en el taller más próximo para evitar que vuelva a quedarse parado con el riesgo que ello puede suponer.
Por qué se queda un coche sin batería y cómo evitarlo
Determinar la duración que tiene este sistema es algo complicado, por lo que entendemos que tengas cierto temor de que te falle. La norma general es que posea unos cinco años de vida útil, aunque siempre depende del modelo o del tipo de combustión. En el caso de los eléctricos, asciende hasta los ocho años, aproximadamente.
La situación que estamos abordando puede tener varias causas:
- Permanencia a temperaturas demasiado bajas. El frío extremo (por debajo de 0 °C) origina una pérdida de potencia y también hace que los bornes se cristalicen.
- Uso irregular y muy ocasional. Cuando tiene que ponerse en marcha después de varias semanas sin hacerlo, le cuesta más recibir el impulso inicial que necesita.
- Recorridos cortos o intermitentes. Durante el trayecto normal, se va recargando. Pero, si es muy breve, no le da tiempo de hacerlo, lo que acorta su vida útil.
Como prevención, hay distintas pautas que deberías poner en práctica:
- Ponlo en marcha de manera frecuente. Resulta indispensable que el motor esté en funcionamiento, al menos, diez o quince minutos por semana.
- Haz rutas más largas. Intenta que los desplazamientos no sean inferiores a dos o tres kilómetros. De esta manera, la batería se podrá recargar cuando el motor se revolucione.
- Emplea los compuestos adecuados. Durante el invierno, es fundamental que uses líquido anticongelante y aceite adaptado a las bajas temperaturas.