La vida actual sería impensable sin ciertos avances tecnológicos. Uno de ellos, absolutamente esencial, es la caldera. Cada vez que abrimos un grifo de agua caliente o nos sentimos a gusto en nuestra casa en pleno invierno, hay una caldera trabajando incansablemente. Pero ¿qué es exactamente y cómo funciona?
Estos aparatos son complejos sistemas de ingeniería que, manejados de la forma adecuada, proporcionan un alto grado de confort con un consumo razonable. Para conocer más sobre cómo reducir tu consumo de energía, te invitamos a que descubras nuestros 10 consejos para ahorrar energía en casa.
¿Qué es una caldera y para qué sirve?
En términos sencillos, se trata de una máquina que sirve para calentar. El calor producido se emplea normalmente para calefacción y agua caliente sanitaria, aunque en algunos casos también se utiliza para procesos industriales.
Las calderas tienen la capacidad de convertir diferentes tipos de combustibles en calor. Esta transformación se realiza de manera segura y controlada gracias a los sistemas de seguridad y control con los que cuentan estos dispositivos.
Se integran en el sistema de calefacción y distribuyen el calor generado a través de una serie de tuberías hasta los radiadores o el sistema de suelo radiante de tu casa.
Tipos de calderas que existen en el mercado
Hay diferentes clases en el mercado, cada una con sus propias características y ventajas. Estas son las más frecuentes.
De condensación
Son las más eficientes y respetuosas con el medioambiente. Suelen utilizar gas como combustible y aprovechan el calor de los gases de combustión en lugar de dejar que se escape por la chimenea. De esta forma, se reducen las emisiones de CO₂. Sin duda, una opción inteligente si quieres ahorrar en calefacción.