Hoy en día, nadie puede negar que estamos en plena transición ecológica. Cada vez somos más conscientes de la necesidad de ser sostenibles y pensar en el planeta. Tratar de adaptarse a la situación y al ambiente en el que nos encontramos es posible en el hogar gracias a la arquitectura bioclimática.
¿Has oído hablar del concepto alemán de Passivhaus? En este artículo te explicamos en profundidad qué es una casa pasiva y por qué está adquiriendo tanta importancia en nuestro tiempo.
¿Qué es una casa pasiva?
Se trata de una vivienda construida y diseñada para minimizar el consumo energético y maximizar la eficiencia térmica, y tiene como condicionante la localización geográfica en la que está situada.
Las casas pasivas siguen distintos principios bioclimáticos que buscan adaptar los inmuebles a las condiciones meteorológicas de la zona. Por esta razón, la planificación y el desarrollo de una arquitectura bioclimática son esenciales para aprovechar al máximo los recursos naturales del área en el que se encuentran ubicadas.
Hay dos objetivos que son imprescindibles a la hora de construir una casa bioclimática:
- Por un lado, asegurar la eficiencia energética y la sostenibilidad del inmueble a la vez que se reduce la demanda energética y la huella de carbono.
- Por otro, garantizar el bienestar y la comodidad de sus habitantes, procurando que se adapten a un modo de vida más ecológico y buscando mantener un entorno agradable.
Con esta base, se recurre a un concepto envolvente, es decir, aislar el edificio mediante ventanas, techos y suelos más eficientes. Así, estas viviendas reducen su consumo de energía entre un 70 % y un 90 %.
¿En qué consiste la arquitectura bioclimática?
La arquitectura bioclimática es el enfoque técnico que engloba esta tendencia basada en potenciar el impacto de los recursos naturales, pero solo de los que se encuentran en el entorno de la vivienda. Así, aumentar la eficiencia energética del inmueble mediante elementos como el clima, la orientación para aprovechar la energía solar pasiva o la topografía es posible.
Sus objetivos están estrechamente vinculados con los del estándar Passivhaus, que implica un ahorro energético del 70 % respecto a las viviendas convencionales. En España, debido a su clima con cambios más suaves, consigue una reducción del 60 %.
Para conseguirlos, recurren a distintas técnicas que tienen la peculiaridad de ser útiles durante todo el año:
- Diseño aislante y eficiente, a través de materiales densos y procedimientos de infiltrado en tabiques.
- Regulación de la temperatura interior aprovechando la orientación del terreno.
- Integración de espacios verdes y vegetación, tanto en el jardín como en las fachadas o la azotea.
- Fomento del uso de las energías renovables. Durante los últimos años, la solar es la que más está creciendo en popularidad.
¿Qué elementos incluye una casa pasiva?
Probablemente, alguna vez hayas contemplado una casa pasiva, caracterizada por un concepto minimalista, con líneas rectas y tonos claros. La realidad es que estos están cuidadosamente seleccionados para aprovechar las propiedades del entorno en la medida de lo posible.
El referente mundial en cuanto a estos edificios bioclimáticos es la certificación Passivhaus. De este modo, se llega unos criterios técnicos específicos para que una edificación sea considerada casa pasiva.
Diseño bioclimático
En las casas pasivas se vuelve esencial un diseño inteligente de la estructura y distribución de la vivienda. Teniendo en cuenta los objetivos de este tipo de edificaciones, se trata de aprovechar la luz natural durante todo el año, lo que ayudará a la optimización de la temperatura del interior.
Por ejemplo, las estancias de la vivienda que más se utilizan, donde los habitantes pasan la mayor parte del tiempo (habitaciones, salón, etc.) se sitúan en la zona sur y otras áreas como el baño y la cocina en la zona norte de la edificación. Esto es así porque la incidencia del sol es mayor en la zona sur y esto permite que se aproveche la energía solar para conseguir confort en el interior sin necesidad de sistemas de climatización. Del mismo modo, la vegetación del hogar también se utilizará para una optimización del consumo.
Aislamiento térmico
Desde las paredes hasta el techo y el suelo, cada superficie está cuidadosamente aislada. Materiales como la espuma rígida de poliestireno y la lana de roca son comunes en las casas pasivas. Este aislamiento térmico que se implementa en su estructura les aporta la capacidad para disminuir las pérdidas de calor. Así, independientemente de la temperatura del exterior, se mantienen una temperatura ambiente confortable.
El calor del interior se consigue gracias a la actividad humana, el funcionamiento de electrodomésticos, así como la iluminación de la vivienda. Estas acciones, que no tienen gran repercusión en viviendas convencionales debido a la falta de aislamiento, sí son de utilidad en estas edificaciones bioclimáticas.
Hermeticidad
Es un principio fundamental en el diseño y construcción de las Passivhaus. Estas estructuras están meticulosamente selladas para minimizar las infiltraciones de aire no deseadas y maximizar la eficiencia energética. Cada junta, cada grieta y cada punto de penetración son cuidadosamente sellados para crear una envolvente hermética que evita las fugas de calor y garantiza un ambiente interior confortable y saludable.
Esta hermeticidad no solo contribuye a reducir el consumo de energía para la calefacción y refrigeración, sino que también mejora la calidad del aire interior al prevenir la entrada de contaminantes y alérgenos del exterior.
Puertas y Ventanas
A pesar de que pueden ser la zona en la que más calor interior se pierde, en las Passivhaus las ventanas cuentan con triple acristalamiento e incluyen marcos de baja conductividad. Estas ventanas ofrecen un excelente aislamiento térmico y acústico, minimizando la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano. Además, son de grandes dimensiones para que entre desde el exterior la luz del sol.
En cuanto a las puertas de la vivienda, fabricadas con materiales de gran calidad y un diseño hermético, se reduce la condensación y mejora la calidad del aire interior.