La pérdida de aceite por parte de un vehículo es una circunstancia relativamente habitual en el mundo de la conducción. De hecho, es una de las averías más comunes que existen, generalmente asociada a la falta de un mantenimiento adecuado en piezas como la junta de culata. Pero, ¿cuáles son las causas que suelen desencadenarla? ¿Cómo de grave puede ser circular cuando no se ha puesto solución a este problema? Te contamos cuáles son los factores clave.
Motivos principales por los que tu coche pierde aceite
Hay distintas circunstancias que pueden ocasionar una pérdida del aceite de motor del coche. En su mayoría están relacionadas con un aumento considerable de la temperatura del vehículo, pero también es frecuente que se deba a un error humano. Hay ocasiones en las que, tras efectuar un cambio, el mecánico inserta una cantidad superior a la recomendada. Pero hay más motivos. Sigue leyendo y descubre cuáles son.
Quemadura en la junta de culata
De todas las posibles causas, esta suele ser la más grave. Cuando el coche se calienta demasiado, esta pieza pierde sus propiedades aislantes. En consecuencia, presenta fallos en su capacidad para mantener separados el aceite de motor y el líquido refrigerante. Y, en el peor de los casos, es posible que el motor se acabe deteriorando rápidamente por una mala lubricación.
Una de las principales advertencias de que se sufre esta avería es un movimiento brusco, unido a una rápida pérdida de energía por parte del coche. Otro síntoma inequívoco es el humo, que suele pasar a ser blanquecino y con un olor dulce. Revisa, asimismo, el radiador, puesto que es probable que haya burbujas como consecuencia de la elevada presión.
Deterioro en el turbo
Cuando el aceite no es de buena calidad y presenta una fluidez inadecuada, el turbo se deteriora por una fricción más brusca. Con el paso del tiempo (generalmente meses), esto provoca daños o roturas. Incluso los manguitos pueden ser el detonante, dado que se dilatan al someterse a altas temperaturas y no hacen de barrera entre los líquidos adecuadamente.
Es aconsejable revisar el radiador para comprobar su estado, que no debería ser grasiento. Si lo es y está acompañado de suciedad, lo más probable es que se trate de esta avería. En ese caso, es fundamental que actúes a tiempo para evitar daños; ten presente que un turbo puede tener un precio en el mercado de en torno a 1.400 €.
Filtro de aceite desgastado
El filtro tiene una duración media de 10.000 kilómetros. Por eso, es recomendable cambiarlo una vez al año, incluso si se han usado compuestos líquidos long life. Nuestro consejo es que escojas uno con una buena capacidad de filtrado. Lo recomendable es que oscile entre los 12 y los 13 gramos.
Si esta pieza no está en las condiciones apropiadas, el vehículo no podrá efectuar el proceso de limpieza de manera adecuada y, para evitar que la suciedad se acumule, desechará aceite casi de forma constante. El precio de su sustitución ronda los 15 €, pero los daños que provoca el que permanezca en mal estado son considerablemente más elevados.
Impacto en el cárter
El cárter, que tiene la función de recoger todo el líquido que gotea y devolverlo al motor, cuenta con juntas y tapones que se tienden a romper cuando se sufre un golpe. Como resultado, es incapaz de procesar todo el material que recibe y este acaba desbordándose. Esto puede incluso perjudicar al motor, al lubricarlo en menor medida.
Los impactos que provocan que el cárter se averíe son los que se producen en los bajos del automóvil. Subir y bajar badenes a demasiada velocidad, por ejemplo.