La movilidad sostenible se ha convertido en un eje fundamental para nuestra sociedad, lo que ha provocado que las carreteras sean cada vez menos contaminantes. Sin embargo, muchas personas siguen sin dar el salto a este nuevo modo de vida. Descubre en este post cómo funciona una bici eléctrica y conoce más sobre este medio de transporte.
De acuerdo con AMBE (Asociación de Marcas y Bicicletas de España), la compra de bicicletas eléctricas aumentó un 5,3% en 2021. Para este año, las previsiones son muy optimistas, y nosotros queremos contribuir mostrándote todo lo que necesitas saber. Además, te explicaremos de qué manera darles un adecuado mantenimiento.
Componentes esenciales de una bici eléctrica
Como te puedes imaginar, hay una amplia variedad de componentes que trabajan en conjunto. La mayoría los conocerás, como los pedales, el manillar o los frenos, pero hay otros que son intrínsecos de los modelos eléctricos:
- Batería: Responsable de dar la energía necesaria para que el motor funcione.
- Motor eléctrico: Da impulso y hace de asistente al pedaleo del conductor.
- Transmisión: Mantiene los pedales y los cambios conectados para dar mayor agilidad.
- Cuadro: Contiene los componentes fundamentales y ejerce resistencia dinámica.
- Controlador: Está vinculado a la batería y el motor para garantizar un flujo de energía adecuado.
- Pantalla: Proporciona información acerca de la velocidad, el nivel de carga o el estado.
Sistema de control y asistencia eléctrica: cómo optimizar tu experiencia de conducción
Hay distintos medios que otorgan una mayor facilidad en la conducción de una bicicleta eléctrica. Conocidos como sistemas de control y asistencia, contribuyen a la seguridad, estabilidad y agilidad.
Uno de los fundamentales es el controlador. Cumple la función de gestionar todo el sistema electrónico y canalizar el flujo de energía que se genera. Incluye, en la mayoría de casos, un sensor de velocidad que mide el impulso en tiempo real y regula la asistencia que debe dar el motor.
Por lo general, hay varios modos de propulsión automática que se pueden configurar y escoger a través de la pantalla y que, según el caso, requieren una potencia mayor o menor. Esta es la asistencia, es decir, la que permite que el pedaleo necesite una intensidad mínima, sobre todo, al subir cuestas.
El motor eléctrico: tipos, ubicación y potencia
La principal diferencia entre una bicicleta eléctrica y una convencional es el motor. En este sentido, resulta primordial que conozcas los distintos formatos y ubicaciones que existen en la actualidad. Los principales son los de buje, que se caracterizan por tener conexión directa con las ruedas. Hay cuatro categorías diferentes:
- Delantero. Está en la rueda de delante y da un impulso inicial cuando empieza el pedaleo.
- Trasero. Colocado en la rueda de atrás, facilita el cambio de marchas. Es el ideal en terrenos menos estables.
- Central. Forma parte del cuadro, en el eje del pedalier y junto al sistema de transmisión.
- De biela. Está junto al conjunto de pedales y es muy popular entre quienes buscan un movimiento natural.
Por último, hay un tipo más reciente que los anteriores: el mid-drive, también denominado de tracción central. Está en el cuadro y ejerce el impulso hacia el eje del pedalier.
Respecto a la potencia, la genérica es de 250 W, que es el equivalente a 0,3 CV, aunque existen modelos profesionales que alcanzan cifras de 1,5 kW, es decir, 2 CV. Hay fabricantes que otorgan límites con el objetivo de evitar que el pedaleo sea completamente automático y que, por tanto, la experiencia sea muy artificial.