¿Te has preguntado alguna vez cuánto consume un ventilador? Al acercarse el verano, son muchas las personas que buscan opciones de refrigeración energéticamente eficientes. En este artículo desglosaremos cuál es el consumo eléctrico de estos aparatos y te explicaremos cómo reducir su gasto de energía mientras mantienes frescor en tu hogar.
Cuando se trata de consumo de energía, no todos son iguales. Por tanto, es vital entender el coste eléctrico de cada tipo de ventilador para tomar decisiones informadas a la hora de utilizarlos.
Entendiendo el consumo eléctrico de los ventiladores
Los ventiladores son una excelente opción si deseas disminuir la sensación de calor, pero ¿cuánto consume un ventilador realmente? Todo depende del tipo de aparato, de su tamaño y de la frecuencia de uso. Por lo general, se sitúa entre 15 y 100 vatios por hora. En cualquier caso, esta es una cantidad significativamente menor que la energía que requiere un aire acondicionado para funcionar, que suele consumir hasta 2000 vatios por hora.
La clave se encuentra en la potencia del aparato, medida en vatios (W), y en el tiempo de uso, normalmente expresado en horas (h). Para obtener los vatios-hora (Wh), simplemente multiplicas los vatios por las horas de uso. Y para convertir Wh en kilovatios-hora (kWh), una unidad común en las facturas de luz, divides los Wh por 1000.
Por ejemplo, si tienes uno de 50 W y lo utilizas 5 horas al día, el gasto sería de 250 Wh (0,25 kWh). Si el coste medio del kWh es de 0,12 euros, el uso diario te costaría 0,03 euros.
Estos números son un cálculo aproximado y es importante tener en cuenta que cada aparato tiene características distintas.
Factores que influyen en el gasto energético de los ventiladores
Si bien ya hemos hablado de su gasto en términos generales, existen varios factores que influyen en su consumo específico. A continuación, analizamos los más importantes:
- Tipo: Los ventiladores que se instalan en el techo de la estancia son los más eficientes. Les siguen los de pie y, en último lugar, los de mesa.
- Tamaño y potencia: Cuanto mayor es el tamaño y más alta es su potencia, más gasta. Los modelos más grandes y potentes ofrecen un mayor caudal de aire, pero a cambio consumen más energía.
- Tiempo de uso: Lógicamente, cuanto más tiempo esté encendido, más energía consumirá. Sin embargo, es muy inferior al gasto de un aire acondicionado.
- Configuración: La mayoría de los aparatos cuentan con varias velocidades. Cuanto más elevada sea la velocidad seleccionada, mayor será el gasto energético.
- Antigüedad y estado de conservación: Estos parámetros afectan a su eficiencia de manera directa. Por eso, mantenerlo limpio y bien cuidado te ayudará a ahorrar energía.