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¿Sabías que no todas las placas fotovoltaicas son iguales? El sector del autoconsumo está innovando a gran velocidad y han surgido numerosos tipos que debes conocer. En esta ocasión, queremos hablarte de los paneles solares monocristalinos y policristalinos, que te ayudarán a entender mejor la oportunidad que tienes para ahorrar.
La elección entre uno u otro dependerá de las características que presente tu vivienda y del tipo de uso que les vas a dar a los paneles solares. En cualquier caso, te vamos a explicar cuáles son los factores que has de valorar y las diferencias entre ambos. El objetivo es que tengas justo el medio que necesitas y te sumes lo antes posible a la transición ecológica.
Una placa solar de este tipo es aquella que está compuesta por un único cristal de silicio. Cuenta con unas dimensiones bastante grandes que cubren toda la superficie. Es decir, posee una estructura uniforme y continua que prescinde de los lineales que separan las células convencionales.
Como resultado, los paneles solares monocristalinos presentan un rendimiento significativamente mayor. Son capaces de producir más electricidad con el mismo tamaño y número, lo que significa que te ayudan a ahorrar más en tu salto a la transición ecológica. Además, tardan un tiempo muy prolongado en deteriorarse al contar con menos partes móviles.
Estos paneles los habrás visto porque tienen un color azul oscuro, a diferencia del negro que poseen los anteriores. Durante su fabricación, estuvieron también compuestos por una única célula, pero esta se fragmentó al someterse a una elevada presión. En consecuencia, la superficie está quebrada en varios cristales que son todos simétricos.
Por lo general, los paneles solares policristalinos ofrecen un rendimiento algo inferior, pero también excelente. De todos modos, tienen sus ventajas, dado que funcionan mejor en condiciones de estrés térmico. Es decir, se pierde menos radiación ambiental cuando el sol les incide directamente (recuerda que lo importante no es el calor, sino la insolación).
Es importante que tengas en cuenta que los dos tipos están fabricados en silicio, un material perfecto para conducir la radiación electromagnética y convertirla en electricidad. Pero ¿cuál es la diferencia entre monocristalino y policristalino? Más que una, hay tres principales que guiarán la idoneidad de uno u otro para tu vivienda.
La cubierta de los monocristalinos es más pura al estar compuesta por una sola célula. Esto significa que la radiación fluye con mayor velocidad y en un volumen bastante elevado. Lo hace sin el obstáculo que suponen los lineales que sí tienen los policristalinos y que se perciben a simple vista.
El rendimiento es más patente en el caso de los monocristalinos a lo largo del año. Lo hacen con un aprovechamiento excelente cuando están en climas fríos, en el que los policristalinos funcionan peor. Como son capaces de capturar mejor los iones cargados del ambiente, cargan las baterías con rapidez.
Los policristalinos poseen una cubierta completamente recta, con esquinas muy pronunciadas y puntiagudas. Son así para minimizar cualquier pérdida de partículas, sobre todo cuando hace viento. Los monocristalinos tienen un contorno suavizado, con líneas curvas que ayudan a concentrar la energía en el centro.
¿Quieres más información?
Las diferencias ya las conoces, pero ahora conviene que sepas apostar por la mejor elección. Dependerá de dónde vivas, de tus necesidades y también de tu ritmo de vida. Queremos repasar contigo los pros y los contras de cada tipo, aunque te adelantamos que ambos son idóneos para aprovechar las ventajas de los paneles solares.
¿Vives en una zona de montaña o con menos de 2000 horas de sol al año? En ese caso, lo más recomendable es que optes por los monocristalinos, ya que absorben mejor la escasa radiación del ambiente. El único inconveniente es que tardan algo más en fabricarse, por lo que su coste es mayor. De todos modos, es una inversión que se recupera a corto-medio plazo.
En caso de que residas en una zona de interior con elevada insolación o cerca de la costa, decántate por los policristalinos. El desembolso inicial será reducido, y habrá más radiación solar para que puedan captarlo. Lógicamente, tienen el problema de que generan menos, pero es una diferencia que compensa si hay más de 2500 horas de sol anuales.
La existencia de paneles solares monocristalinos y policristalinos pone de relieve cómo cada vez hay más opciones entre las que elegir. El autoconsumo fotovoltaico está en tu mano, y ahora es más importante que nunca que lo aproveches. Desde Repsol tenemos tarifas específicas para ti, que buscas ahorrar y comprometerte con el medioambiente. Consulta, contrata y paga menos en tus facturas.
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