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Siempre que llegan los meses más fríos del año, la calefacción de los hogares se pone en marcha. El frío vuelve como todos los años, pero las circunstancias han cambiado, y ahora la eficiencia energética es más importante que nunca. En este sentido, queremos dar respuesta a una duda muy común: ¿qué es mejor un radiador de aceite o eléctrico?
Una comparación entre ambos dispositivos quizás no sea suficiente para conocer cuál es más aconsejable. Por este motivo, en este post también te mostraremos sus ventajas en lo referente al consumo de electricidad y confort. Incluso conocerás cómo generan el calor y cómo lo transmiten a la estancia, algo sumamente importante.
Diferencias entre radiador de aceite y eléctrico
Un radiador es un equipo de calefacción que genera calor mediante el intercambio de temperaturas. ¿Qué significa esto? Que modifica su presión en función de la del entorno, sea de un objeto o del propio aire. Está pensado para calentar las estancias con un tiempo algo más prolongado, pero a cambio de un consumo energético menor.
Combustible y mecanismo para calentar
Un radiador de aceite funciona calentando un termofluido que recorre una serie de conductos para generar el calor en su superficie. Por su parte, el eléctrico necesita un impulso que es proporcionado por el ventilador para trasmitir el aire caliente.
Generación y expansión del calor
El de aceite expande el calor hacia los objetos que tenga más próximos gracias al traspaso de temperatura. Sin embargo, el eléctrico puede proporcionar calor a toda la habitación de una manera más rápida y constante mediante la expulsión de aire.
Capacidad para aprovechar el calor residual
Cuando el radiador de aceite se apaga, el fluido de su interior sigue caliente, con lo que transmite calor residual. Esto no es posible con el eléctrico, aunque también debes saber que este último es bastante más rápido por su propio modo de funcionamiento.
Ventajas del radiador de aceite frente al eléctrico
El radiador de aceite es el más tradicional, pero ello no implica que esté obsoleto. Es más, este medio de calefacción presenta ciertas ventajas que debemos señalar.
Preserva la estancia cálida durante más tiempo
Gracias al calor residual, no reduce la temperatura de manera súbita al apagarse. Lo hace gradualmente a medida que se va enfriando, y puede tardar entre 30 y 45 minutos.
Es más respetuoso con el medioambiente
El termofluido que tiene en su interior no se quema, aunque se someta a elevadas temperaturas, así que no produce desechos. Además, no expulsa humos nocivos para la atmósfera ni ningún tipo de gas.
Posee un consumo energético más reducido
Es fundamental que sepas cuánto consume un radiador de aceite, pues se consideran sistemas muy eficientes.
Ventajas del radiador eléctrico frente al de aceite
El consumo de un radiador eléctrico puede ser ligeramente superior, pero también tienes más opciones para regularlo y disminuirlo. Estas son sus principales ventajas.
Menor necesidad de mantenimiento
Como no posee casi partes móviles en su interior, no se deteriora tan rápido con el paso del tiempo. Lo único que debes hacer es limpiarlo y humedecerlo una vez cada dos semanas.
Emisión del calor más natural
Un radiador eléctrico no solo se limita a calentar los objetos cercanos, sino que también eleva la temperatura del ambiente. De este modo, da una mayor sensación de confort y, por si fuera poco, lo hace en menor tiempo.
Funciones y modos de programación
Por lo general, estos radiadores son más tecnológicos (los de aceite también pueden tener funciones, pero depende más del modelo). Los eléctricos siempre cuentan con termostato o cronotermostato.
¿Qué consume más, un radiador de aceite o uno eléctrico?
La Organización de Consumidores y Usuarios señala que los radiadores, además de no ser contaminantes, solo ocupan el espacio del emisor. Es decir, no necesitan una unidad adicional para obtener el calor del entorno, algo que sí sucede con otros equipos. De hecho, el eléctrico precisa todavía menos superficie, pues es más compacto.
Respecto al consumo, esto es lo que indica la OCU:
- En el caso de los eléctricos, ronda los 0,80 € por hora.
- Para los de aceite, se sitúa en los 0,75 € por hora.
Como puedes comprobar, el radiador de aceite tiene un gasto algo menor. La diferencia no es muy grande, y conviene recordar que los eléctricos son muy fáciles de programar. Con todo ello, son aspectos que debes tener en cuenta en tu compra.
Hemos conseguido averiguar qué es mejor, un radiador de aceite o eléctrico. Como es obvio, dependerá siempre de tus necesidades y circunstancias, pero el consumo energético inclina la balanza ligeramente. Cuando te hayas decidido, consulta nuestras tarifas para que el ahorro de luz continúe incluso después del invierno. ¡Da el cambio!