Aceite y filtro del aceite
El aceite de motor lubrica las partes móviles de este, suaviza el rozamiento y ayuda a mantenerlo limpio. Cambiar el aceite y el filtro de aceite cada cierto tiempo, según las recomendaciones del fabricante, es vital para evitar que las impurezas lleguen al motor y causen daños. Un cambio de ambos regular, entre 15.000 y 30.000 km, garantiza que el motor funcione correctamente y prolonga su vida útil.
Por otro lado, debido a la importancia de este elemento, medir el nivel de aceite es una de las partes fundamentales para un buen mantenimiento. ¿Debe hacerse en frío o en caliente? ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo? Resolvemos todas estas dudas en este artículo: "Cómo se mide el nivel de aceite de tu coche".
Batería
La batería es esencial para el arranque y el funcionamiento eléctrico del coche. Revisa los terminales y límpialos si están sucios o corroídos. Asegúrate de que la batería esté bien sujeta y, si es necesario, reemplázala cada pocos años para evitar problemas inesperados.
Frenos y amortiguación
El sistema de frenos es vital para la seguridad de tu coche. Revisa el líquido y las pastillas de freno, y sustitúyelos cuando se necesite. Si no sabes hacerlo ni en qué momento, en este post te contamos "Cómo y cada cuánto tiempo cambiar el líquido de frenos".
Además, presta atención a la suspensión y los amortiguadores, ya que un sistema de amortiguación en mal estado puede afectar la estabilidad y el confort del vehículo.
Dirección del vehículo
Es un sistema para el control y la maniobrabilidad del vehículo. Es recomendable revisar la dirección del vehículo cuando notes que el volante está duro o vibra. También si escuchas ruidos extraños al girar o si el coche se desvía. Mantener este sistema en buen estado ayuda a garantizar una conducción segura y confortable.
Un vehículo con dirección asistida requiere algún mantenimiento especial, como la revisión del nivel de líquido de dirección y la inspección de la correa de la bomba de dirección.
Motor
El motor es el corazón de tu coche. Para asegurarte de que el motor no se sobrecaliente, comprueba los niveles y cambiar el líquido anticongelante según lo recomendado por el fabricante. Generalmente cada 2 años o a los 40.000 km. Además, la correa de distribución y las válvulas de admisión deben ser revisadas y reemplazadas según las indicaciones del fabricante para evitar daños graves.
Relacionado con el motor, la combustión que este realiza en los vehículos diésel y gasolina, debido a su funcionamiento, provoca diferentes gases que se expulsan a través de los tubos de escape. Para depurar esos gases, ser menos contaminante y conservar un aire más limpio, es importante mantener en buen estado del filtro de partículas.
Cristales
Repara las grietas y astillas en el parabrisas de inmediato para evitar que se conviertan en problemas mayores. Un parabrisas en buen estado también contribuye a la integridad estructural del vehículo.