La diversidad de carburantes siempre ha contribuido a adaptarlos a las demandas energéticas que tengan las viviendas. Sin embargo, está claro que muchos usuarios desconocen qué tipos hay y cuál les beneficia más. Por este motivo, hemos elaborado un artículo para analizar el poder calorífico del gasoil en la calefacción.
¿Es más recomendable el de tipo B o el del C? ¿Cómo afecta al consumo en el hogar? La elección puede ser complicada, pero estará en tu mano con toda la información que vamos a presentarte. El objetivo es que ahorres cada mes y, por supuesto, que lo sigas haciendo en el largo plazo (después te explicaremos cómo reducir el gasto aún más).
Poder calorífico del gasóleo para calefacción
Durante los últimos años, y con la crisis energética, muchas personas se han familiarizado con conceptos como el del poder calorífico. Pero ¿sabes realmente qué es? Es una unidad que nos ayuda a saber cuánto de eficiente es un carburante, como puede ser la gasolina o, en el caso que nos ocupa, el gasóleo.
Se corresponde con la cantidad de energía que se genera con una unidad concreta de masa (como el kilogramo). Que sea elevada significa que también lo será su eficiencia y, por tanto, su idoneidad para ti en la situación actual. El del gasóleo para calefacción se sitúa alrededor de los 10 kWh/kg, siempre dependiendo de su densidad.
Este último factor es una métrica gracias a la que sabemos la calidad que tiene. Con el gasóleo, procuramos que sea siempre superior a los 800 kg/m³. Esto se calcula con la abundancia de parafinas e hidrocarburos, que varía según el tiempo dedicado a la refinación (método por el que se transforma el crudo para convertirlo en combustible líquido).
Poder calorífico gasóleo B
Hemos visto el poder calorífico del gasóleo de calefacción, pero ¿qué sucede con los tipos B y C? El primero tiene una densidad de 880 kg/m³, lo que equivale a 10,25 kWh/kg. Lo reconocerás porque los medios de transporte, almacenamiento y distribución cuentan con un distintivo en color rojo.
Cuenta con una cantidad mayor de hidrocarburos y menos aditivos que el de tipo A, aunque tiene una calidad bastante aceptable. Se usa para maquinaria agrícola y embarcaciones, entre otros vehículos. ¿Y en casa? Se emplea para la generación de agua caliente sanitaria y para la calefacción residencial.
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Poder calorífico gasóleo C
Con el gasoil el poder calorífico depende de su densidad, como has visto. En el caso del tipo C, es de 830 kg/m³, aunque puede alcanzar los 850 kg/m³. Esto se traduce en unos 10 kWh/kg perfectos para las calderas en las viviendas, lo que lo convierte en uno de los combustibles más utilizados.
Está algo menos refinado y tiene más parafinas, aunque su contenido en hidrocarburos es bastante aceptable. Generalmente, lo compran quienes desean un carburante que genere más calor con un menor coste económico. De todos modos, como contiene más aditivos, no deja tantos residuos en los conductos de calefacción.
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