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Actualmente, utilizamos la corriente eléctrica a diario: para alimentar nuestros dispositivos o iluminar nuestro hogar. Es más, dependemos de ella para el funcionamiento de sistemas industriales y para medios de transporte. Pero ¿a qué llamamos corriente eléctrica? ¿Cuál es su naturaleza y todas sus utilidades?
Para aprovechar su potencial y garantizar un manejo seguro y eficiente, te contamos en detalle qué es la corriente eléctrica, sus diferencias con la electricidad, los tipos existentes y sus diferentes aplicaciones.
¿A qué denominamos corriente eléctrica?
Al flujo de partículas con carga eléctrica, electrones o iones, que se desplaza a través de un material conductor (puede ser sólido, líquido o gaseoso).
Para que se dé este fenómeno físico y exista corriente eléctrica, las partículas más separadas del núcleo del átomo, deben poder moverse de forma libre a través de un conductor.
- En los sólidos son los electrones.
- En los líquidos los iones.
- En los gases son ambos.
Este flujo empieza cuando uno de los extremos de un material conductor (con gran cantidad de partículas libres) recibe una tensión procedente del exterior (por ejemplo, una batería) y esta provoca un campo eléctrico en el que, generalmente los electrones, que tienen carga negativa, se sientan atraídos hacia la terminal positiva.
Según la capacidad de movimiento de partículas se diferencian 3 tipos de materiales:
- Conductores: cuenta con gran cantidad de electrones libres.
- Semiconductores: la corriente eléctrica puede fluir, pero las partículas no se mueven tanto como en los conductores.
- Aislantes: no transmiten corriente, puesto que no tienen partículas negativas sueltas.
La corriente eléctrica se mide en amperios (A), una unidad que representa la intensidad de la corriente. La corriente eléctrica es fundamental para el uso de diferentes aparatos y sistemas en nuestra vida diaria y es primordial para cualquier circuito eléctrico.
¿Cuál es la fórmula para calcularla?
Intensidad = Voltaje / Resistencia
Así se debe tener en cuenta el significado de estos conceptos:
- Intensidad: se trata de una cualidad de la corriente que se refiere a la cantidad de carga.
- Voltaje: se mide en voltios y señala la diferencia de potencia que existe entre un punto y otro.
- Resistencia: es el obstáculo que impiden a los electrones moverse por el conductor. Esta se mide en Ohmios.
¿Es lo mismo electricidad que corriente eléctrica?
Aunque se suelen utilizar indistintamente, la electricidad y la corriente eléctrica no son exactamente lo mismo. El primero es un término más amplio que abarca todos los fenómenos relacionados con cargas eléctricas, tanto en reposo como en movimiento. Por su parte, la corriente eléctrica se refiere al flujo de carga eléctrica a través de un conductor en un circuito, por lo que es necesario que exista un desplazamiento.
En términos sencillos, la corriente eléctrica es una manifestación de la electricidad en movimiento.
¿Qué tipos de corriente eléctrica existen?
Hay dos tipos de corriente eléctrica: la continua (CC) y la alterna (CA).
- Corriente Continua (CC): las partículas cargadas fluyen en una sola dirección. Este tipo lo encontramos en dispositivos alimentados por baterías o pilas, como teléfonos móviles y linternas. En un circuito de CC, el terminal positivo y el negativo están claramente definidos y la corriente fluye del polo positivo al polo negativo a través de un material conductor.
- Corriente Alterna (CA): el flujo cambia de dirección periódicamente. Es la corriente utilizada en casi todas las redes eléctricas domésticas e industriales. Las instalaciones monofásicas y trifásicas son ejemplos de CA. La CA es eficaz para transmitir electricidad a largas distancias y es la forma en la que se suministra la energía eléctrica a los hogares y empresas.
¿Para qué sirve la corriente eléctrica?
La corriente eléctrica tiene una gran variedad de usos en diversos aspectos de nuestra vida diaria y en distintos sectores industriales:
- Electrodomésticos y electrónica: la corriente eléctrica alimenta nuestros electrodomésticos, desde neveras y microondas hasta televisores y computadoras. La intensidad de la corriente necesaria varía según el dispositivo y su funcionamiento específico.
- Iluminación: las luces de hogares, oficinas, calles y otros espacios. Los diferentes tipos de corrientes eléctricas permiten el funcionamiento eficiente de bombillas incandescentes, LED y fluorescentes.
- Transporte: los vehículos eléctricos, trenes y otros sistemas de transporte público dependen de la corriente eléctrica para funcionar. Estos sistemas utilizan tanto CC como CA.
- Industria y manufactura: es indispensable para operar maquinaria, equipos de producción y sistemas de automatización. Los motores eléctricos y otras herramientas utilizan la electricidad para realizar tareas específicas.
- Telecomunicaciones: la transmisión de datos y la operación de redes de comunicación también dependen de la corriente eléctrica. Desde las redes móviles hasta internet, la electricidad facilita la conexión y el intercambio de información.
- Salud y medicina: en el sector de la salud, los equipos médicos, como los desfibriladores, escáneres y otros dispositivos de diagnóstico, funcionan gracias a la corriente eléctrica.
Estos usos vienen definidos por los efectos de la corriente eléctrica: caloríficos (aumento de la temperatura por el paso de esta), químicos (para la electrólisis), magnéticos, (como es el caso de los electrodomésticos y transportes), lumínicos (luces) y fisiológicos (relacionado con sus funciones para la salud).
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Como puedes comprobar, las corrientes eléctricas son parte de nuestra vida. Para que funcionen todos los aparatos, no solo de nuestro hogar, sino también en la calle, en el trabajo, etc.
Por ello, desde Repsol ofrecemos tarifas eléctricas que se adaptan a los diferentes estilos de vida. De esta manera, sabiendo que este recurso energético es esencial en el día a día, podrás ahorrar en tus facturas.
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