La frescura de estos espárragos te sumerge de lleno en la huerta de Navarra. Parecen recién sacados del campo. Suculentos y de tallo grueso, activan tu paladar con un perfecto equilibrio de amargor y la ausencia total de fibras. Recogidos bajo la luz de la luna para garantizar al máximo sus propiedades, son la conserva estrella de La Catedral.
Se trata de un producto gourmet de lo más saludable: tiene muy pocas calorías, es muy rico en agua (un 95%) y en fibra, y tiene propiedades antioxidantes. Es además facilísimo de preparar: lo puedes atemperar al baño maría o bajo el grifo de agua caliente justo antes de abrir el bote, y tomarlo en ensaladas o como guarnición para tus carnes y pescados. Un consejo: no lo comas con mayonesa, acabarás matando su sabor.